El amor maternal se caracteriza por ser un amor que no espera nada a cambio, extendiéndose incluso en momentos difíciles, las madres suelen mostrar un instinto natural de cuidado y protección hacia sus hijos, velando por su bienestar y seguridad, el amor maternal proporciona un espacio seguro para que el niño desarrolle su autoestima, confianza y seguridad emocional.
