En el noreste de China, hubo una redada policial en una reunión de aldeanos cristianos en la que se arrestó a 200 personas que asistían al culto. Según un informe, se alegaba que estos asistentes estaban formando parte de una iglesia que se negaba a obedecer una doctrina teológica promovida por un organismo autorizado por el estado.
Los arrestos ocurrieron el 27 de enero, cuando alrededor de 150 agentes de policía irrumpieron en la reunión que se llevaba a cabo en Xiaotuan, una aldea ubicada en la ciudad de Mudanjiang, en la provincia de Heilongjiang.
El 5 de febrero, la revista en línea Bitter Winter, que se dedica a cubrir temas de libertad religiosa y derechos humanos en China, informó sobre este caso.
Los detenidos eran miembros de una iglesia doméstica afiliada a la red Sola Fide (Justificación por la Fe). Sola Fide, que significa «solo fe» en latín, es una doctrina teológica cristiana enseñada por Martín Lutero, un teólogo y reformador alemán que lideró el movimiento de reforma en el siglo XVI.
Lutero sostenía que la justicia de Dios no se basaba en el reconocimiento de nuestras acciones, sino en un acto declarativo y creativo de Dios, según destaca la Coalición por el Evangelio, con sede en Canadá. Esta doctrina es compartida por la mayoría de las iglesias protestantes.
Sin embargo, en China, la Iglesia de las Tres Autonomías, que está controlada por el Estado y encargada de supervisar los asuntos de las iglesias protestantes, cuestiona y reemplaza esta doctrina por la justificación por el amor.
De acuerdo con Bitter Winter, cientos de cristianos locales y de otras regiones se unen a esta reunión en Xiaotuan cada mes.
Los vecinos notaron la presencia de un automóvil sospechoso estacionado cerca antes de la última reunión, el cual llegó temprano en la mañana y partió tarde en la noche. Según el informe, después de la operación, los cristianos arrestados fueron llevados en tres vehículos grandes y algunos en automóviles, de acuerdo con fuentes locales.
Un residente comentó que nunca antes había presenciado tantos agentes de policía, ni siquiera durante la detención de delincuentes. Según Bitter Winter, se desconoce el paradero de los cristianos detenidos.
Los grupos defensores de los derechos humanos afirman que desde que Xi Jinping asumió la presidencia de China en 2013, los grupos religiosos, especialmente aquellos no registrados por el estado, han enfrentado un aumento en la persecución.