El melocotón, la berenjena o la sardina son algunos de los alimentos saludables que los expertos recomiendan consumir en verano. No podemos olvidar que la ingesta de frutas es importante a lo largo de todo el año, pero especialmente en los meses de mayor calor debido a su alto contenido de agua.
Seguir una alimentación variada y equilibrada es una práctica que debemos cumplir durante todo el año. Sin embargo, es cierto que nuestra dieta variará según la época del año en que nos encontremos. Las diferentes estaciones con sus correspondientes temperaturas vendrán acompañadas, además, por unos alimentos característicos. Así, durante el invierno no pueden faltar en nuestra despensa legumbres para hacer cocidos, frutas como naranjas o las típicas castañas.
Ahora, con la llegada del verano, nos encontramos con otras opciones hemos elaborado una lista de diez alimentos básicos para su consumo durante estos meses de calor. En cuanto a los elegidos, el experto indica que “tienen un mayor estado de maduración (más contenido en nutrientes), sus propiedades organolépticas se encuentran potenciadas y su precio es mucho más económico”.
Al igual que todo el año, en la dieta de verano destaca el consumo de frutas. Se recomienda ingerir, al menos, tres piezas al día. “Durante los meses de calor, deberíamos decantarnos por aquellas que tengan un contenido en agua mayor como es el caso de la sandía. De esta manera, nos vamos a refrescar e hidratar al mismo tiempo que estamos aprovechándonos de las propiedades de la fruta”.
El Durazno es ligeramente diurético y laxante. Resulta muy fácil de digerir y es bajo en calorías. Además, contiene una importante cantidad de fósforo, vitamina C y, sobre todo, vitamina A. Por tanto, es un gran antioxidante que ayuda a eliminar los radicales libres.
La Sandia es una de las frutas menos calóricas por su alto contenido de agua y baja cantidad de azúcares. Aporta muy pocas calorías (22cal/100gr) debido a que su composición de agua es de un 91%. En cuanto a sus propiedades nutritivas, destaca su contenido en betacaroteno y licopeno, unos pigmentos que le proporcionan su color característico y que tienen acción antioxidante.
Al igual que la sandía, el melón se caracteriza por su riqueza en agua y su bajo aporte calórico. El color de la carne del melón depende de la cantidad de betacarotenos que poseen, unas sustancias de acción antioxidante. La vitamina C también tiene acción antioxidante. El melón es rico en potasio, calcio, magnesio y fósforo.